"Estamos trabajando juntos para crear un sistema escolar muy dinámico que sea de vanguardia, que ayude a construir plenamente a nuestros estudiantes, tanto intelectualmente como con su fe, para construir sobre'lo que es' y ser más grandes", dijo el Padre Ron Weyrens, quien fue nombrado presidente de la junta directiva.
Coordinadores de transición
Como parte de su compromiso con esa meta, los miembros de la junta directiva determinaron la necesidad de tener un equipo de liderazgo. Sus miembros, llamados "coordinadores de transición", proporcionarán dirección y asistencia a la junta.El equipo - que incluye miembros de la junta y no miembros de la misma - está formado por el Padre Weyrens, párroco de las parroquias de Luxemburgo, Rockville y Pearl Lake; Matt Reichert, ex director de la escuela preparatoria St. John's Preparatory School de Collegeville y una escuela de St. John's University; Kathy Kockler, directora de la Escuela St. Francis Xavier en Sartell; Erin Hatlestad, directora de la Escuela St. Katharine Drexel en St. Cloud; Mike Mullin, presidente de Cathedral High School; y Linda Kaiser, directora diocesana de Catholic Education Ministries.
"El grupo de nosotros nos reunimos para empezar a averiguar qué tenemos que hacer entre ahora y el 1 de julio de 2017 para que esto despegue", dijo Reichert, que preside el equipo recién formado.
Mantenerse fuerte
La iniciativa de CCS comenzó con el nombramiento del Obispo Donald Kettler de un comité directivo en el otoño de 2014. La tarea del comité era diseñar un sistema consolidado para las escuelas católicas en el área metropolitana de St.En una columna en The Visitor el año pasado, el Obispo Kettler dijo que la iniciativa CCS es la mejor solución para mantener la educación escolar católica en el área de St. Después de que el Obispo Kettler aceptó las recomendaciones del comité directivo para seguir adelante con CCS, se formó una junta corporativa, que luego nombró una junta directiva de 20 personas compuesta por párrocos de las parroquias involucradas en CCS y miembros laicos recomendados por los párrocos.
La meta de la junta
Las escuelas que participan en el CCS son: All Saints Academy (campus de St. Cloud y St. Joseph), Cathedral (campus de St. Cloud), Holy Cross (Pearl Lake), St. Elizabeth Ann Seton (St. Cloud), St. Francis Xavier (Sartell), St. Katharine Drexel (St. Cloud), St. Mary Help of Christians (St. Augusta) y St.El año escolar 2016-2017 servirá como un año de transición, y se espera que el CCS esté operativo para el año escolar 2017-2018. La meta de la junta es comenzar una búsqueda nacional a fines del otoño para encontrar un superintendente, quien estaría en su lugar para el 1 de julio de 2017.
Comprometidos con el éxito
"Una de las cosas que más me entusiasma es que es realmente estupendo formar parte de un grupo de personas que están tan comprometidas con el éxito de la nueva empresa", dijo Reichert. "Ellos creen tanto en ella que cada vez que nos encontramos, tengo la sensación de que todo el mundo se dirige a la misma meta. Eso no es algo que se encuentra todo el tiempo. Hay un gran impulso aquí."Reichert dijo que siempre ha sido un defensor de la educación católica. Con tres hijos pequeños propios, dijo que tiene un "verdadero interés en invertir y asegurar la máxima vitalidad en nuestra área local".
Escuelas del sistema
También es útil, dijo, que tenga experiencia como maestro, administrador y que haya enseñado a nivel universitario. Y como no viene de una de las escuelas del sistema, aporta una perspectiva diferente.El grupo de transición se ha estado reuniendo cada dos semanas y ha compilado una extensa lista de 74 tareas diferentes que deben realizarse. La lista incluye elementos que se relacionan con las áreas de finanzas, enseñanza y aprendizaje, instalaciones y recaudación de fondos, todas ellas áreas que necesitan atención al crear un sistema, dijo Reichert.
Plan de operaciones
El equipo desarrolló una matriz de tareas de transición, que se divide en dos períodos de un año. "Estamos viendo lo que tiene que suceder en el primer año y qué cosas sucederán en el segundo. Luego examinamos a todas las personas involucradas: el obispo, la junta corporativa, la junta directiva, la oficina central, el superintendente, los pastores y los directores", dijo."Tenemos un año, tratando de ser lo más inteligentes posible en la creación de un plan de operaciones y conseguir que el mayor número posible de personas se sienten a la mesa. Se llama la escuela"comunitaria" por una razón. Será un esfuerzo de toda la comunidad para que tenga éxito", dijo.
Uno de los grandes desafíos
Uno de los grandes desafíos que el equipo abordará en las próximas semanas es cómo tomar las ocho escuelas y sus comunidades parroquiales de apoyo y racionalizarlas para que utilicen los mismos sistemas y procesos en términos de presupuesto, finanzas, manuales y políticas, dijo Reichert.El equipo también se centrará en la formación, capacitación y capacitación de la junta directiva. "Ahora es muy importante formar la junta directiva en comités que puedan concentrarse en las áreas de operación. Estos comités pueden entonces considerar las tareas de transición y ayudar a desarrollar un cronograma", dijo Reichert.
La junta directiva
La junta directiva planea adoptar formalmente una declaración de misión y visión, la cual Reichert dijo que los llevará a un nuevo nivel "procesable"."Esta es una estructura realmente emocionante que ha encontrado mucho éxito en otros lugares, ciertamente en Sioux Falls[Dakota del Sur] y en Rochester[Minnesota]", dijo. "Es algo que funciona, pero sabemos que tenemos que hacerlo con cuidado para que las escuelas sean más fuertes y tengan más apoyo del que tienen ahora. Ya no estamos en la fase de"sueño". Estamos en la fase de"hacer" y todos estamos emocionados por entrar y seguir adelante".
